A la hora de iniciar un proceso de divorcio es aconsejable contar con la ayuda de profesionales. En el despacho de abogados de Santander pueden ayudarte a alcanzar un buen acuerdo con tu cónyuge, y su asesoramiento será muy importante en el caso de que tengáis hijos en común.
No obstante, es importante aclarar las diferencias que existen entre la figura del divorcio y la separación, puesto que no es lo mismo. La separación no pone fin al matrimonio ni disuelve el vínculo matrimonial. Sin embargo, si el divorcio se obtiene mediante una sentencia judicial sí que hay una ruptura del vínculo matrimonial, lo que tiene unos efectos sobre terceros.
En este sentido, con un divorcio hay una disolución del régimen económico matrimonial, mientras que con una separación solo habrá que separar los bienes desde la sentencia, nada más.
Además, tras la obtención del divorcio, los antiguos cónyuges pueden volver a contraer matrimonio con terceros, o incluso entre sí. Pero eso no es posible con una separación, pues se mantiene el matrimonio. Pero en ambos casos se impide que un cónyuge herede del otro si no hay testamento (herencia abintestado), o que haya derecho a la legítima.
En el caso de iniciarse un proceso de separación o de divorcio hay que aclarar las medidas con respecto a los hijos. Para llegar a un buen acuerdo es muy recomendable la ayuda de un buen despacho de abogados en Santander.
Por eso, te recomendamos que vengas a conocernos en caso de que estés pensando en separarte o divorciarte de tu pareja. El equipo de profesionales que integramos el despacho de Abogado Richardson estudiaremos tu caso para lograr un acuerdo satisfactorio.